25J – Siempre Michael Jackson, Rey del Pop

Carta imaginaria a una leyenda

25 de junio del 2015
Desde Santiago de Compostela a la parcela celestial del rancho Neverland

Querido Michael:
Han pasado ya 6 años desde que te marchaste, dejándonos a todos un poquito huérfanos de tu increíble genialidad y talento. Fuiste enormemente admirado, pero también criticado, vilipendiado e incomprendido. Especialmente durante tus últimos años.

Todo el mundo pudo comprobar como no volviste a brillar con la fuerza de antaño tras las persistentes dudas que se abrieron sobre tu vida privada, particularmente tu relación con los niños. Interrogantes que la opinión pública nunca llegó a olvidar a pesar de que la justicia siempre te fuese favorable.

El escándalo dejó de manifiesto que, además de superestrella de la música, también eras un ser humano débil y vulnerable.

Ahora que te has transformado literalmente en una de las estrellas que brillan en el cielo, te voy a hacer una confesión: cuando era estudiante de periodismo, me preguntaron en una entrevista de selección para unas prácticas a qué 3 personajes me gustaría entrevistar y, sin dudarlo ni un momento, te nombré de primero. Todavía recuerdo la cara de asombro de mi entrevistador, que me felicitó por mi valentía. Allí estaba yo, con mis 20 añitos, la carrera sin terminar y diciendo que quería entrevistar a Michael Jackson. ¡Con un par!

Un Peter Pan en Neverland

A día de hoy, a todos nos es fácil recordar que estábamos haciendo en el momento en que supimos de tu muerte. Era como increíble, pero al mismo tiempo esperable. Nunca llegaste a encajar del todo en un mundo que te admiraba profundamente, pero del que te escondías detrás de aquellas gafas de sol que llevabas a todas partes.

Quizás no soportabas que te mirasen directamente a los ojos o porque temías que la gente se diese cuenta de tu enorme fragilidad.

Jugaste a ser un niño/adulto, cuando todos sabemos que Peter Pan no existe más que en los cuentos.

Durante tu infancia, el talento te salía por los poros y un avispado Berry Gordy te fichó para la Motown junto a tus hermanos. Nacía la leyenda de los Jackson 5 con sus trajes estrafalarios, sus peinados afro y…su niño estrella…tú.

Y llegaron éxitos como «I want you back», «ABC», «The love you save» o  «Who´s loving you»…

¿Y Diana Ross?

Mucho se ha especulado sobre tu relación con Diana Ross, que prácticamente te adoptó de niño. Que si otra madre, que si un mito erótico…pero yo me voy a quedar con la explicación que ofrece J. Randy Taraborrelli en «Michael Jackson, la magia y la locura, la historia completa» (para mí, la mejor biografía): «De Diana Ross, Michael no sólo obtuvo un sentido del estilo, sino también una valoración del poder. Diana tenía autoridad silenciosa, el poder de la presencia. Él solía observar cómo reaccionaba la gente cuando ella entraba en una habitación. Era reverenciada. Se le daba un tratamiento diferente. Ella tenía un poder especial. Eso le gustaba».

Dejando atrás al niño prodigio

Te costó aceptar que te hacías mayor y tenías miedo de que el público no aceptase que el pequeño y adorable Michael no iba a durar eternamente. Era además evidente, que tu talento artístico estaba a años luz del de tus hermanos, pero te veías obligado a actuar como uno más del grupo por presión familiar. Te viste forzado a ser un Jackson, cuando tu apostabas por ser, ante todo, Michael.

Como muestra, este anuncio publicitario, donde tus hermanos pasan casi desapercibidos ante los destellos de tu carisma. ¡Que se lo digan al niño que sale en el spot que aún debe estar alucinando!

Palpaste el showbusiness desde una edad muy temprana y creo que pocos artistas llegarán nunca a conocer tan bien este mundo como lo controlabas tú. Tus influencias eran muchas y muy variadas. Desde James Brown a Fred Astaire. Admirabas profundamente el género musical que dejó huella en ti mientras pulías y creabas tu propio estilo. Este es el Michael Jackson que baila claqué y que pocos conocen.

Habrá gente que esperaba que yo pusiese aquí fragmentos de «Thriller», «Billie Jean», «Smooth criminal» o cualquiera de tus famosísimos videoclips. Pero he decidido que esa faceta tuya está ya muy difundida y es fácilmente accesible, por lo que yo quiero que los lectores de «El cuaderno de Sofía» tengan algo más. Retazos de tu carácter que nos ayuden a adentrarnos en tu compleja personalidad de genio.

Estabas seguro de tus cualidades y apostaste por ti. Eso es lo que realmente te diferenciaba de todos. No que fueras el mejor bailarín, ni el mejor cantante ni el mejor compositor. Tu auténtica grandeza radicaba en que, sin olvidar la influencia de los clásicos, creaste tu propia marca. Arriesgaste, apostaste por lo nuevo y por llegar a donde nadie había llegado antes. Tú principal don era que podías hacer soñar a la gente y el secreto de tu éxito…mejor cuéntalo tu mismo.

No he hablado todavía de tu manera de bailar, de la fuerza de tus directos, de tu voz, de tu famosísimo guante o de tus excentricidades, cambios de imagen incluídos.

Pero un solo post…se me hace poco. ¡En el próximo seguimos! Ahora os dejo con el Michael de las baladas, de la voz sensible y quebrada de «Don´t walk away»…no te vayas…with love. L-O-V-E.

Por cierto, ¡qué dibujo más bonito el de Kaño!

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