Tras la tempestad

Hola!!!

No sé si os ha tocado recientemente vivir algún temporal, pero aquí por mi querida tierra gallega llevamos unos días encadenando uno tras otro.

Puesto en imágenes, son árboles arrancados de raíz cruzando carreteras, olas de más de diez metros en el mar, destrozos en edificios y coches, cortes en el suministro eléctrico…etc, etc.

Al otro lado del cristal

Cuando llega un ciclón de esta magnitud, te sientes una hormiguita y agradeces tener una casa en la que refugiarte y desde la que ver la tormenta. Eso sí, desde el otro lado del cristal y con una infusión calentita en la mano. O mejor aún, debajo de la manta y leyendo un buen libro.

paraguas

Los temporales son recordatorios de que la naturaleza es siempre más fuerte que tú y de que su poder puede ser literalmente arrollador.

Cuando el viento lo barre todo

Hoy sigue lloviendo pero, el viento ha cesado. Un viento que días atrás no se podría ver pero…¡vaya si se oía!. Soplaba a un volumen de atemorizar y los daños posteriores demostraron que sobraban razones para tenerle miedo. Ahora toca reparar los destrozos… los que sean reparables, claro.

entrerruas

Pero hay más furias que la del viento y sus efectos pueden ser igual de devastadores o incluso peores…porque los daños invisibles que quedan en el alma a veces no tienen cura.

Piensa en esos ataques de ira que acaban en gritos, descalificaciones y…¿quién sabe que más? Luego puede recuperarse el tono amistoso y coloquial, pero lo dicho y gritado, dicho y gritado queda. No es cierto que las palabras se las lleve el viento. Ni aunque venga una ciclogénesis explosiva.

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#temporal #ira

4 comentarios en “Tras la tempestad

  1. Y es que como dice el refrán: «En la vida hay tres cosas que no vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida». Deberíamos pensárnoslo muy bien antes de emitir un juicio negativo, o al menos cuidar un poco más las formas, que muchas veces hacen más daño que lo que se dice.
    En cuanto al mal tiempo… de momento no nos va a quedar más remedio que seguir aguantando la lluvia!

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    1. Hola Carmen!!! Ay cuantos jueces hay por ahí adelante sin toga, y son los más peligrosos porque sentencian sobre la vida de los demás sin pararse a pensar en el daño que pueden hacer. Es curioso, además, porque siempre se sentencia mucho más sobre la vida de los demás que sobre la propia. Si al final es muy fácil, todo se resume en: no le hagas a los demás lo que no quieres que te hagas a ti y no juzgues la actuación de alguien sin saber lo que la ha motivado. En esta vida, todos llevamos a cuestas nuestras propias batallas y las heridas que han dejado, aunque no se vean a simple vista. Besiño

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    1. Si…te hace pensar en serio en el cambio climático, en que estamos viviendo cosas imprevisibles y que todo quede en daños materiales, que aunque sean muy costosos, tienen solución. Un beso y gracias por comentar.

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